Publicidad digital: ¿suma o satura?

Cómo ha cambiado la publicidad digital y, qué podemos hacer diferente

Hace un tiempo, mientras curioseaba por Instagram, empecé a notar algo incómodo.

Donde antes encontraba inspiración, ideas, personas a las que me apetecía seguir por su contenido, de repente ya no reconocía nada ni a nadie. Todo eran anuncios. Y no precisamente de los que inspiran o conectan con lo que busco cuando me dejo caer en el sofá para desconectar un rato. De hecho, algunos ni siquiera se relacionaban con mis intereses (algo que las plataformas ya han ido mejorando, ¡cierto!), pero aun así, la experiencia ya no era lo que era.

Como si cada scroll estuviera diseñado no para acompañarte ese ratito, sino para incomodarte, hacerte salir de ahí.

Y no solo pasaba en Instagram.

También en YouTube, en apps de meditación (¡sí, hasta ahí!) e incluso en esas plataformas que comenzamos a pagar para tener más opciones con menos anuncios, pero que ahora, o pagas más o los disfrutas.

Y fue entonces cuando me hice una pregunta:

¿Estamos viviendo un punto de saturación en la publicidad digital?

Breve historia de la publicidad digital 

  • Décadas de 1990-2000
    Llega Internet. La publicidad online nace con banners y correos.
    Todo era nuevo, llamativo… y bastante intrusivo. Aun así, funcionaba.

  • 2005-2010
    Aparecen las redes sociales y Google AdWords. Comienza la era de la segmentación.
    La publicidad se vuelve más inteligente, y  frecuente.

  • 2010-2020
    El “boom” digital. El marketing de performance domina: campañas en Facebook, retargeting, influencers, growth hacking.
    Todo se mide, todo se optimiza. Y empezamos a sentir el cansancio.

  • 2020 en adelante
    Crisis de confianza. Saturación de impactos. Crece el uso de *ad blockers.
    Las personas quieren contenido útil, no anuncios disfrazados. Se habla de ética, propósito y sostenibilidad.

De la era dorada de los anuncios al «scroll» desganado

Durante años, la publicidad digital ha sido percibida como una auténtica revolución:

  • Alta segmentación.

  • Costes bajos (en comparación con otros medios).

  • Resultados rápidos y medibles.

En su momento, lo fue.
Pero esa época dorada ha ido cambiando. Según Forbes, cada persona recibe más de 6.000 impactos publicitarios al día. Entre banners, stories patrocinadas, correos, pop-ups y vídeos… es normal que estemos saturados.

Entonces, ¿qué está fallando ahora?

La publicidad digital no es el problema, el problema es cómo se está utilizando.

  • Al priorizar el impacto sobre la experiencia del usuario, hace que este deje de respetar a la marca.
  • Cuando se abusar de la urgencia, la escasez y la  repetición, llega un momento en el que el vínculo con el cliente o el que podría serlo, se rompe.

Cada vez más personas utilizan bloqueadores de anuncios (*ad blockers), cancelan suscripciones o simplemente hacen “scroll automático” ignorando todo.

El resultado: menos efectividad, menos conexión… y más ruido.

¿Porqué la publicidad pierde efectividad?

Según varios estudios recientes: 

• El 89% de los usuarios quiere más control sobre los anuncios que ve.

• El 73% considera los anuncios online como su mayor molestia.

• El 86% se siente abrumado por el exceso de anuncios en una web.

• El 71% dice que la publicidad intrusiva reduce su intención de compra.

• El 54% encuentra molesta la publicidad en redes sociales.

• El 90% valora que la publicidad financie contenidos responsables.

Estos datos confirman algo que podíamos imaginar:
Las personas no rechazan la publicidad en sí, sino cómo se presenta.

La buena noticia: una publicidad más ética, útil y empática no solo es posible, sino necesaria.

¿Quiere decir esto que es el fin de la publicidad digital? 

No, nada más lejos, pero,

Pero es evidente que estamos en un punto de inflexión.
Necesitamos replantear nuestras formas de comunicar y conectar con quienes están al otro lado de la pantalla.

Y eso pasa por una estrategia más consciente, humana, útil para ambas partes.

¿Cómo sería una publicidad más consciente?

Una que no sientas que te está gritando, que no te persiga en cada página la que accedes, porque no siempre estamos buscando cursos, edredones, viajes, etc.

Necesitamos una publicidad que:

♦ Informe, inspire y respete.

♦Se alinee con los valores de la marca y de su audiencia.

♦Se perciba como contenido valioso, no como interrupción.

Esto no tiene porqué entenderse como una utopía. Es algo que ya están aplicando muchas marcas con enfoque ético.
No se trata de eliminar la publicidad, sino de replantearla desde la empatía, porque cada producto o servicio tiene su momento y su lugar. 

Cambios estructurales que están impactando

El aumento de los costes publicitarios.

Plataformas como Meta o Google Ads han encarecido mucho los clics. Las campañas cuestan más y rinden menos.

Los cambios en privacidad.

Restricciones como iOS14 o la eliminación progresiva de cookies están limitando la hipersegmentación.

La fatiga del consumidor digital.
Estamos más entrenados para ignorar anuncios. La atención ya no es un recurso infinito.

El contenido orgánico con intención

Las personas responden mejor a recomendaciones reales, contenido útil o historias con alma que a impactos agresivos.

¿Qué pueden hacer las empresas?

  • Apostar por menos anuncios pero más relevantes.

  • Invertir tiempo en entender a su audiencia de verdad, no solo en segmentarla.

  • Combinar estrategias pagadas con contenido orgánico de valor.

  • Ser transparentes: qué venden, por qué lo venden, qué impacto tiene.

  • Medir más allá del clic: ¿qué recuerdo deja tu marca?

¿Y si no quiero hacer publicidad agresiva?

Buenas noticias: No tienes que hacerlo.

Puedes hacer un marketing más lento, más alineado con lo que tú eres, con tu proyecto, y con las personas a las que quieres llegar.

Algunas ideas prácticas por las que puedes empezar:

  • Prioriza contenido con sentido: menos frecuencia, pero con más intención.

  • Comunica desde tu historia, tus valores, tus procesos.

  • Usa formatos menos invasivos: newsletter, podcast, colaboraciones, eventos.

  • Pregúntate siempre: ¿esto que estoy promocionando ayuda o mejora la vida de alguien?

Marcas que lo están haciendo bien

Algunas marcas que están trabajando su publicidad aplicando estos valores:

Hemper
Marca española de accesorios sostenibles hechos con cáñamo en Nepal.
Su comunicación se basa en la transparencia, el impacto social y el respeto por los procesos artesanales. No utilizan campañas agresivas, sino que educan e inspiran a través del contenido.

Matarrania
Cosmética ecológica certificada, hecha en Teruel.
Comunican desde la autenticidad, el territorio y el respeto por la tierra y los ingredientes. No hay grandes promesas ni urgencias: solo coherencia, claridad y mucho amor por lo natural.

Batec Mobility
Empresa social barcelonesa que desarrolla sillas de ruedas para personas con movilidad reducida.
Su comunicación es profundamente emocional y auténtica, basada en historias reales, no en anuncios invasivos.

📌 Si quieres más ejemplos, puedes echar un vistazo a mi post anterior.

Conclusión

Si una cosa está clara es que la publicidad online no está muriendo, pero pide una pausa y una mirada más consciente, en un momento en la incertidumbre socio-política y económica, necesitamos, en general, que alguien nos dé una tregua, porque, como vengo repitiendo, no se trata solo de vender más. Se trata de construir relaciones de confianza y basadas en valores compartidos.

Y cuando haces marketing desde ahí, desde lo que eres, no desde lo que crees que “toca hacer”, los resultados llegan, más lentos quizá, pero más sostenibles.

Gracias, una vez más, por llegar hasta aquí

Si tu también has notado esa saturación o simplemente buscas una manera diferente de comunicar lo que haces, este espacio también es para ti. 

Te invito a dejar tu comentario más abajo, o simplemente seguir por aquí si te apetece seguir explorando el marketing digital desde otra mirada.

Gracias por leer hasta el final y,  espero que lo próximo que te encuentres online… te inspire.

Disfruta del día! 😊

 *Ad blockers: (bloqueadores de anuncios) son extensiones o programas que impiden que se muestren anuncios publicitarios mientras navegas por internet. Adblock Plus o uBlock Origin.

Fuentes consultadas para este post:

  1. Forbes – Impactos publicitarios diariosEyeo & Harris Poll (noviembre de 2024) – Deseo de control sobre anuncios
  2.  App Marketing News (2023) – Pérdidas por bloqueadores de anuncios
  3. Integral Ad Science – Percepción de marcas asociadas con desinformación
  4. IAB Spain – Publicidad en redes sociales

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