Cómo diseñar tu plan de marketing digital desde cero
Crea tu plan de marketing digital desde cero. Guía paso a paso.
¿Qué es lo primero que pensaste cuando decidiste dar forma a tu proyecto digital?
Déjame adivinar: ¡el nombre!
Normal, nos ha pasado a muchos en algún momento, sin embargo, hay algo incluso más importante y que puede ayudarte a llegar al nombre ideal, crear tu plan de marketing digital desde cero.
Lo sé, puede sonar técnico, abrumador o demasiado formal. Pero desde un enfoque consciente, un plan de marketing es una herramienta viva, una brújula que te guía para comunicar con intención, conectar desde lo que eres y crecer a tu ritmo.
En resumen, este post es una guía práctica para construir ese plan desde lo esencial, con foco en la coherencia, la sostenibilidad y la conexión real.
1. Conecta con tu propósito
¿Por qué haces lo que haces? ¿Qué te mueve de verdad?
Antes de pensar en estrategias, canales o contenidos, debes saber cuál es la raíz de tu proyecto y para descubrirlo de forma sencilla, te recomiendo la técnica de los 5 porqués.
Es una herramienta que nació para resolver problemas en entornos industriales, de hecho la descubrí trabajando en una farmacéutica, pero me parece que es muy útil para este ejercicio:
Por ejemplo, hazle una pregunta cómo:
¿Por qué quiero lanzar este proyecto? / ¿Cómo nació esta idea? / ¿Por qué me dedico a esto?
Responde con sinceridad, es para ti, a partir de ahí vuelva a pregúntate “¿por qué?”, hasta 5 veces (más si lo consideras necesario):
“Quiero ser mi propia jefa”.
– ¿Por qué? – “Para tener más libertad”
– ¿Por qué? – “Quiero organizar mi tiempo a mi manera”
– …
Tu propósito será la base sobre la que construirás todo lo demás: desde tu mensaje hasta tus decisiones estratégicas.
2. Da con tu propuesta de valor (valores, misión y visión)
Para que tu comunicación sea coherente, tu plan de marketing digital debe identificar a quién y cómo lo haces de manera única y ahí entran los valores, tu misión y tu visión.
VALORES
Tus principios fundamentales. Las bases sobre las que se apoya tu forma de hacer las cosas.
Ejemplos:
honestidad, sostenibilidad, cercanía, innovación, inclusión…
Preguntas clave para definirlos:
- ¿Qué cosas no estoy dispuesta a negociar en mi proyecto?
¿Qué principios quiero que guíen mi forma de trabajar y comunicar?
❗ Tip: Elige 3 o 4 valores que puedas aplicar en tu día a día, no una lista larga que se quede en palabras bonitas.
MISIÓN
Es la razón de ser de tu proyecto hoy. Lo que haces, a quién ayudas y con qué propósito lo haces.
Ejemplo:
“Acompaño a emprendedoras a construir marcas digitales con alma a través de mentorías y formación práctica”.
Preguntas clave para definirla:
¿Qué hago y para quién?
¿Cómo estoy resolviendo una necesidad o deseo concreto?
VISIÓN
Hacia dónde vas y qué quieres construir. Te ayuda a mantener la dirección cuando hay dudas o distracciones.
Ejemplo:
“Contribuir a un mundo laboral más humano y flexible para las mujeres que emprenden”.
Preguntas clave para definirla:
¿Qué impacto me gustaría generar a largo plazo?
Si todo sale bien, ¿cómo habrá cambiado la vida de las personas gracias a mi proyecto?
PROPUESTA DE VALOR
A partir del análisis anterior, tendrás claro qué ofreces, a quién se lo ofreces y por qué debería elegirte a ti y no otra opción. Resume cómo vas a resolver un problema o necesidad de forma única y que aporte valor a tu comunidad.
Debe ser:
Clara y fácil de entender.
Enfocada en los beneficios concretos que obtiene la persona.
Diferenciar tu proyecto del resto (lo que te hace único/a).
Construida desde tus valores, misión y visión.
Responde a:
¿Qué ofreces?
¿A quién va dirigido?
¿Qué problema o necesidad resuelve?
¿Por qué alguien debería elegirte a ti?
Estructura básica:
“[Ayudo a / acompaño a / creo soluciones para] + [quién] + [a lograr / resolver qué] + [de esta forma diferente o con este enfoque]”.
Ejemplo real:
“Acompaño a profesionales creativos que quieren digitalizar sus servicios, para que comuniquen desde su esencia sin perderse en fórmulas vacías”.
Tener claros estos cuatro elementos es clave para construir tu plan de marketing con sentido. Te servirán como brújula para todo lo demás: desde tus mensajes hasta las decisiones estratégicas.
3. Análisis inicial: dónde estás y con qué cuentas
Con los conceptos sobre la personalidad del proyecto definidos, es hora de comenzar a analizar dónde estás, con qué recursos cuentas y qué pasa a tu alrededor, para ello te recomiendo responder a las siguientes preguntas:
¿Cuál es tu presencia digital a día de hoy?
¿Con qué recursos cuentas? (tiempo, equipo, conocimientos, herramientas, presupuesto,…)
¿Qué necesidades reales tiene tu comunidad?
¿Qué están haciendo proyectos o marcas similares a la tuya? (No para compararte, sino para inspirarte y diferenciarte)
En este punto, una herramienta muy útil es el análisis DAFO.
Además, no olvides tener en cuenta tu presupuesto: con qué recursos económicos cuentas para las herramientas, publicidad o apoyo profesional. Te ayudará a tomar decisiones más realistas y conscientes.
Piensa en este paso como una radiografía que te permitirá definir mejor tu camino.
4. Conoce a tu comunidad real
En lugar de utilizar descripciones genéricas tipo:
“Mujer de 40 años, vive en una gran ciudad y le gusta practicar yoga.”
Hazte preguntas más profundas:
¿Quién necesita lo que ofrezco y por qué?
Para construir un avatar real y útil de tu cliente, utiliza la curiosidad y la empatía:
¿Qué busca o necesita la persona a la que quiero llegar?
¿Qué miedos o dudas le frenan?
¿Qué quiere transformar en su vida o en su proyecto?
¿Dónde se mueve en el entorno digital?
¿Cómo puedo acompañarle desde lo que yo sé o hago?
No te preocupes por no poder hacer un gran estudio de mercado en este momento. En su lugar, observa, pregunta, escucha, en resumen: presta atención a lo que pasa a tu alrededor.
Al fin y al cabo, mirar desde los ojos de otro es una herramienta de gran valor.
5. Define objetivos con sentido y sostenibilidad
Tener objetivos claros es clave para tu hoja de ruta. Además, es importante que estos objetivos tengan sentido para ti, ya que solo así podrás sostenerlos en el tiempo.
Para lograrlo, puedes definir objetivos SMART, o lo que es lo mismo, objetivos: Específicos, Medibles, Alcanzables, Relevantes y Temporales
Por ejemplo:
Aumentar un 20% el tráfico a tu web en tres meses.
Generar más conversaciones reales (comentarios, respuestas, correos).
Conseguir 10 colaboraciones significativas al año.
Enviar una newsletter mensual con contenido útil y honesto.
No olvides combinar métricas cuantitativas con indicadores cualitativos: construir confianza, ganar visibilidad desde tus valores, cultivar comunidad.
6. Estrategias y canales: cuando menos es más
Uno de los errores más comunes es querer estar presente en todas partes. Sin embargo, el marketing consciente no va de cantidad, sino de coherencia y presencia real, como te explico en el post Marketing consciente y slow: conecta sin perder tu esencia.
Por eso, pregúntate:
¿Dónde está mi comunidad de forma natural?
¿Qué canal me permite expresarme con más autenticidad?
¿Qué formato disfruto y puedo sostener?
Pero ten en cuenta tus preferencias:
¿Te gusta escribir? ➝ Blog, newsletter, LinkedIn.
¿Prefieres hablar? ➝ Podcast, directos.
¿Eres visual? ➝ Instagram, Pinterest.
¿Tu comunidad está en un sector profesional? ➝ LinkedIn.
Finalmente, toma decisiones en las que te sientas cómodo y que puedas sostener en el tiempo con calidad.
7. Diseña tu plan de contenidos
Como te comentaba en el punto anterior, no se trata de publicar todos los días, sino de aportar valor con lo que compartes.
Para ello define:
El tipo de contenido que quieres publicar (ej. educativo, inspirador, conversacional).
Tus pilares de contenido, es decir, los temas que quieres tratar.
Por lo menos 3 subpilares para cada tema principal y, a partir de estos, otros 3.
La frecuencia con la que compartirás contenido, que puedas sostener (mensual, quincenal, semanal).
Un sistema que te ayude a organizarte. Algunas herramientas útiles son: Notion, Trello, Google Calendar, … o papel y boli. ¡Nadie como tú!
Recuerda que el contenido debe ser útil y lo más auténtico posible. Sabemos que casi todo está inventado, pero la forma de contarlo y tu mirada marcan la diferencia.
8. Mide lo importante
No te obsesiones con las métricas, sin embargo, trata de observar qué está funcionando y qué no, para poder trabajar en ello.
No olvides que no todas las métricas cuentan lo mismo, por eso, observa y mide lo que te ayude a crecer según tus objetivos. Para ayudarte, pregúntate:
¿Qué está conectando con tu audiencia?
¿Qué tipo de contenido consigue acción y conversación?
¿Qué acciones te dan resultados?
¿Hay algo que puedas mejorar sin perder los valores de tu proyecto?
9. Ajusta, fluye y evoluciona
Un plan de marketing es un documento vivo, una guía flexible que evoluciona a la par que tú y tu proyecto.
♦ Por eso, revisa tu plan regularmente (mensual, trimestral o semestralmente).
♦ A partir de esa revisión, ajusta o elimina lo que no aporta o ya no encaja.
♦ E introduce mejoras que impulsen tu crecimiento.
Eso sí, deja margen para pausas e improvisación, pero cuidado que no se convierta en un hábito.
Crear tu plan de marketing digital paso a paso es importante. Sin embargo, recuerda que no es algo definitivo, es una guía viva que te ayuda a tener claro el propósito de tu proyecto, comunicar con coherencia y conectar desde lo que eres y lo que te motiva.
Por eso, empieza por ti: descubre lo que realmente te mueve, y define bien qué quieres compartir y con quién.
En lugar de buscar la perfección, recuerda que un buen plan no es el que más impresiona sobre el papel, ni el más perfecto, sino el que puedes sostener en el tiempo y te permite conectar de forma auténtica.
Además, ten presente tu propósito y tus valores, porque ahí está la clave para tomar decisiones que tengan sentido y te acerquen a tus objetivos.
Pero, sobre todo, no olvides respetar tus tiempos para desconectar, tu proyecto no tiene que ser perfecto desde el principio y, lo más importante, disfruta del proceso.
💬 ¿Te animas a contarme en qué punto estás y cómo lo llevas?
Si te parece que está completo, le falta o le sobra algo, también estaré encantada de leerte.
¡Disfruta del día y gracias por llegar hasta aquí!